Stuttgart está situada en el centro del poblado sudoeste de Alemania. Es el punto de partida ideal para excursiones a la Selva Negra, la Jura de Suabia o Schwäbische Alb, el Lago de Constanza, la Tierra de Hohenloher, así como a los países vecinos de Austria, Francia y Suiza.

Stuttgart se convirtió en el siglo XIII en la residencia de cuentas de la casa Württemberg, que la transformó en su capital a finales del siglo XV. Tras la Primera Guerra Mundial, Stuttgart se hizo famosa por sus edificios modernos de arquitectura innovadora. En la Segunda Guerra Mundial el centro de la ciudad fue prácticamente destruido, aunque después de 1945 muchos edificios antiguos se restauraron.

Stuttgart es una ciudad relajada. Su extraordinario ambiente, que incluye la Selva Negra y muchas hectáreas de viñedos, la convierte en una de las ciudades más verdes de Europa. La larga tradición vinícola de la región está documentada en el museo de la ciudad. Incluso los visitantes que lleguen al Aeropuerto Internacional de Stuttgart quedarán impresionados por su fascinante paisaje, formado por montañas, bosques, viñedos, jardines, prados y campos.

En Stuttgart hay actividades para toda la familia: museos, galerías de arte, hermosas plazas e imponentes palacios. También cuenta con exclusivas tiendas, pequeñas tiendas de moda, modernas calles peatonales y de cafés, unos extravagantes, otros más elegantes, que ofrecen hermosas vistas de la ciudad.

En esta ciudad se inventaron la moto y los coches 4x4. Famosas y prestigiosas marcas como Mercedes-Benz y Porsche se producen allí. Una de las atracciones de Stuttgart es el Museo Benz-Mercedes, uno de los más visitados de la ciudad.