Fundado como abadía benedictina en el siglo XII y secularizado en 1803, desde el Monasterio de San Miguel se puede contemplar las mejores vistas de la ciudad, y el precioso jardín de rosas en su parte posterior.
Asimismo, el interior de iglesia de San Miguel es muy elegante y se encuentra bien conservado, permitiéndoles a los turistas admirar su belleza y descubrir un poco más acerca de la historia religiosa de la ciudad.
De otro lado, sus dependencias fueron convertidas en una residencia de ancianos y en sus bóvedas están pintadas 580 plantas diferentes, haciendo pasar un rato agradable a sus visitantes.
[fbcomments]