Es fácil quedarse atrapado por la magia que los carnavales de Dusseldorf ofrecen a sus visitantes, los cuales se encuentran llenos de extravagancia, lujos y por supuesto mucha diversión.
Aquí, cada año, la gente espera con ansia la llegada del carnaval, cuyos orígenes se remontan al medioevo, aunque su grandiosidad la adquirió en el siglo XVII, cuando se festejaba la marcha del invierno y servía de preámbulo para la llegada de la Cuaresma con música, máscaras y disfraces.
Por otro lado, durante el Carnaval de Dusseldorf la ciudad se llena de cientos de carrozas que recorren las calles animados por nada menos que más de un millón de personas. En estas fechas los turistas son tan numerosos o incluso más que los habitantes de la ciudad.