En colaboración con Zacharias Longuelune, el Palacio Japonés fue construido por el arquitecto Matthäus Daniel Poppelmann para la colección de Porcelana japonesa de Augusto “El Fuerte”.
Asimismo, entre los años 1729 y 1731 las dimensiones del Palacio Japonés fueron ampliadas. Sin embargo, nunca se le utilizó para almacenar dicha colección, sino que durante muchos años fue usado más bien como una Biblioteca.
Por otro lado, lo que se destaca de este edificio de cuatro naves son los techos recargados y el relieve de la fachada sobre el pórtico, así como las columnas chinas en el patio interior.